Covid19 y el desarrollo sostenible: «Las espaldas que aguantan la pandemia tienen nombre de mujer»

Oct 5, 2020

El pasado martes (29.09.20) hemos aprendido con Natalia Manso que mientras tratamos de encontrar soluciones urgentes frente a la pandemia de coronavirus, un escenario de dimensiones nunca antes conocidas, descubrimos el desarrollo sostenible como un concepto amplio, donde el aspecto social, la igualdad y la diferencia de género, no sólo tienen cabida sino que son esenciales para entender y abordar este nuevo paradigma.

Tras analizar cómo los objetivos de la Agenda 2030 se ven afectados por la Covid, Natalia nos revela que Esta pandemia va más allá de una mera crisis económica o sanitaria, se trata de una crisis humana.

Las cifras mundiales de pobreza extrema nos revelan que ésta se ha reducido, pero en el reparto de riqueza la gran perdedora es la clase media y, por desgracia, especialmente la mujer. En un mundo donde el 60% de la economía es informal el impacto económico es evidente: gran parte de la población se enfrenta al dilema de pasar hambre o enfermar de coronavirus mientras la inviabilidad de la digitalización universal significa para muchos niños una renuncia al sistema escolar. En países más ricos la brecha salarial también es destacable, por ejemplo del 20% en Suiza, donde junto con la falta de referentes femeninos en puestos de liderazgo, el mundo profesional supone nadar contra corriente así como una gran presión para la mujer.

No cabe duda que “las espaldas que aguantan la pandemia tienen nombre de mujer”, nos muestra Natalia, pues las áreas de salud, educación y comercio minorista, a pleno rendimiento durante la pandemia, están realizadas en un 70% por mujeres, a las que por supuesto se suman las tareas domésticas, el cuidado de los niños y las tareas escolares.

Nos quedamos con el mensaje positivo de que es factible tener escenarios óptimos para el trabajo de cuidados en un futuro si se hacen los deberes especialmente en:

  • reconocer el valor del trabajo de cuidados,
  • reducir las condiciones abusivas en el trabajo de cuidados,
  • redistribuir  las responsabilidades del trabajo de cuidados entre hombres y mujeres. 

Un ejemplo que Natalia nos ha puesto como reconocimiento del valor del trabajo de cuidados es el de Perú (país en el que reside y maneja los datos) donde se ha calculado que tan solo el trabajo de cuidado a otras personas junto con las tareas domésticas representan el 20% del PIB , el doble que la minería, primer sector económico en este país.

Una charla muy inspiradora que abre nuevos horizontes y nos hace reflexionar que quizás sea un buen momento para replantearnos nuestro actual modelo de sociedad y aceptar con creatividad el compromiso de crear otro nuevo.

Desde aquí damos las gracias a todas las participantes por unirse y esperamos lo hayáis disfrutado.

 

¡Nos vemos en las próximas actividades!